Abundancia: cómo manifestarla sin hacer nada ¿es posible?

 

Abundancia…

Tengo la suerte de conocer a una autora que desde el primer momento supe que vibrábamos en la misma onda: la abundancia desde la conciencia. Le pedí que respondiera a las preguntas que muchas personas se formulan para tu inspiración. Y aquí está la entrevista…

PERFIL:

Ana Moreno es Directora del Máster en cocina y nutrición vegetariana 70% cruda de la Escuela de Cocina de Ana Moreno www.escueladecocinavegetariana.com y también directora del programa de radio Café Morenini www.cafemorenini.com

Su pasión es servir a quien sueña con dar significado a su vida convirtiéndose en una experta en alimentación vegetarianizada para su propio bienestar y belleza, e incluso para hacer de ello una profesión e inspirar a otros a conseguir lo mismo.

Ha publicado más de 30 libros, el próximo «Flexivegetarianos», publicado por Obelisco y titulado igual que su blog, verá la luz la primera semana de Octubre de 2014

Referencias y medios sociales:
Email: ana@anamoreno.com
Web: www.escueladecocinavegetariana.com
Radio: www.cafemorenini.com
Blog: www.flexivegetarianos.com
Twitter: @AnaMorenini

ENTREVISTA:

-Ana, sé que manifiestas en la realidad de forma natural tus deseos e ideas y me gustaría que pusieras algunos ejemplos de cómo has conseguido: un programa de radio, una escuela propia, editar un libro, dinero, una profesión, un terreno o una casa en Madrid… etc…

Yo no creo que yo sea la «hacedora» o la «conseguidora» sino la «beneficiaria». Me explico: En realidad yo no hago nada. Bueno nada aparte de jugar. Yo vivo la vida como una niña. Hago lo que quiero. Yo no pienso «¿será posible esto que quiero?» o «¿podré hacerlo?» sino que me pregunto «¿quiero hacerlo?». Lo demás es la ley del karma o causa-efecto: Cuando haces lo que quieres (causa), las cosas pasan (efecto), y te conviertes en un beneficiario doble. Primero porque hacer lo que uno quiere es maravilloso, y segundo porque como consecuencia se consiguen cosas.

Te cuento algún caso que yo he vivido:

Cuando quiero hacer algo, lo hago. Yo no creo en el fracaso. Cuando las cosas salen diferentes ha como las tengo pensadas, fluyo. Por ejemplo, cuando monté mi Hotel Rural Vegetariano y Crudivegano «La Fuente del Gato», mucha gente me decía que «ya no era la época del boom de las casas rurales, que desistiera». Nunca me lo creí. Pero no es un descreimiento arrogante, sino un convencimiento de que si haces lo que quieres, lo disfrutas, sirve para el bien de todos y le pones tu intención, las cosas siempre salen, aunque salgan diferente a como las habías pensado.

Ocurrió que yo concebía el hotel como un lugar para parejas, ideé un menú degustación y diseñé fines de semana románticos… La realidad es que pocas parejas vinieron a disfrutar de ello. Sin embargo, vinieron muchas personas a recibir cursos de cocina. Bueno, pues perfecto, se convirtió en un hotel donde se hacían cursos de cocina ¡súper bien!

Quizá otra persona lo hubiera vivido como un fracaso porque es un resultado diferente. Yo no, ¡ha sido mucho mejor así! Gracias a ello acabé montando mi propia escuela de cocina, una escuela donde aparte de cocinar se enseña a vivir… y es algo taaaan bonito.

Yo hago y espero. Veo y ajusto. Doy las gracias y continúo.

Cuando quiero hacer algo, lo hago. Como decía Jean Cocteau, «lo consiguieron porque no sabían que era imposible». Pero a la vez soy paciente. Me explico con otro ejemplo: Siempre he querido hacer radio, pero no tenía ni idea cómo. Y ese sueño estaba ahí, latente, pero no olvidado. Un buen día surgió la oportunidad. Pasé una semana muerta de miedo pensando durante 14 horas diarias en mi primer programa. Llegó el día y lo hice. ¿Se podría haber hecho mejor? ¡pues claro, era el primero! Pero eso no era lo importante. Lo importante es que vivo mi sueño por no haberle hecho caso al miedo.

Otro sueño era vivir en un chalet en Madrid capital…

La idea me parecía hasta indecente, ¿cómo conseguir eso? ¡si es carísimo! Pero era lo que yo quería. Una noche se me ocurrió mirar chalets en venta por internet. El listado estaba confundido y en medio de los chalets apareció un terreno en venta. ¡Nunca se me hubiera ocurrido mirar terrenos! El caso es que el terreno permitía construir una casa con varias plantas, pero cada una pequeña. Por esa razón el vendedor había rebajado mucho el precio, nadie quería construirse un chalet con varias plantas pequeñas ¡Y a mí me encantaba la idea! Hoy estoy terminando de construir la casa y, junto con el terreno, he invertido menos que en mi anterior piso de sólo 28 metros en Madrid.

El primer libro que escribí o el primer curso de cocina que di, y que fueron preludio de muchos libros y muchos cursos, los hice porque alguien me lo sugirió, y me pareció buena idea. Y punto. No me paré a pensar si iba a ser capaz, si lo iba a hacer bien, si tendría editor o alumnos… Simplemente lo hice porque me apetecía. Era bonito, me hacía disfrutar y era bueno para otros.

¿Cual, en tu caso, es la clave para la manifestación de tus deseos?

Yo creo que se trata de hacerse preguntas, tener las ideas claras sobre lo que quieres para ti, ser fiel a ti mismo y creer que la vida está de si.

Si decides hacer algo, lo ideal es desoír los consejos que te llegan desde el miedo, fluir e ir modificando el rumbo, mantenerte en movimiento, ser agradecido y celebrar…

Y, si aún no es momento de hacerlo, no abandonar el sueño, mantenerlo latente y mimarlo mentalmente mientras aceptas y agradeces la realidad que vives en este momento. Como ves lo de agradecer se repite.

-¿Por qué crees tú que unos crean abundancia y otros no son capaces de crearla?

La abundancia nace de la sencillez y de la confianza. Las mentes complicadas y enrevesadas suelen desconfiar y paralizarse pensando en problemas antes de actuar. Las mentes aniñadas son sencillas, se ríen, juegan, no ven el peligro. No se trata de ser alocado, se trata de poner foco en lo que quieres y no en los problemas.

-¿Qué puede hacer cualquier persona para ser más abundante?

La mente es como un caballo desbocado y hay que domesticarla. Hay que escoger con delicadeza los pensamientos a los que se les concede el derecho de admisión. Yo no veo la televisión y mucho menos las noticias, no hablo con personas que se quejan o que refunfuñan, no critico ni pierdo el tiempo en luchar en contra de nada. Tú lo dices de manera muy sencilla:

Se puede vivir desde el amor o desde el temor.

El amor es llenar tu vida de pensamientos de bondad, de gratitud, de apreciación, de paz y de conexión. Para vivir así hay que acercarse más a la naturaleza y a la vida sencilla. Huir de los artificios y enfocarse en ser más auténtico cada día, mostrarse, abrirse con humildad a la vida.

-¿Cuál es el tiempo de manifestación y qué lo acelera para ti?

¿Sabes qué creo? Que siempre estamos manifestando, porque no manifestar algo o no hacerlo todavía, es una manifestación; es decir, que hay que saber leer los mensajes de la vida. El tiempo de manifestación, por tanto, es cero. No necesita ser acelerado, necesita ser comprendido. Se comprende a través de la presencia.

-¿Usas algún sistema, o simplemente fluyes?
La técnica es la educación de la mente. Fluir es una de las herramientas.

-¿Qué factor de tu mentalidad es más determinante en tu capacidad de manifestar?
Yo tengo una mente muy simplificada. No doy vueltas a las cosas, no tengo pensamientos parásitos. Me identifico por ello con los niños e intento parecerme más a los animales. Lo quiero, voy por ello. Que no lo consigo, vuelvo otra vez o se me olvida o cambio la estrategia… según, pero no me torturo pensando que «no soy capaz» o «que no valgo». Y hay otra cosa…

Y es que soy muy rebelde. Pero rebelde desde el amor. Es decir, libre.

No sigo las reglas ni las creencias de la sociedad y no me creo que haya que hacer las cosas como se nos dice.

-¿Qué visión tienes de lo que llamamos realidad y cómo la moldeas?

Para mí lo que llamamos realidad es sólo un sueño. Un sueño en el que vivimos interpretando. El primer paso es darse cuenta de que estamos soñando; y el segundo interpretar con consciencia, porque en este sueño se juega interpretando, sin embargo haciéndolo desde el amor. Observarnos sin identificarnos ni con nuestro cuerpo ni con nuestras acciones, sino con nuestra esencia, que es el Amor que nos da la vida, lo único real, lo único que no es sueño.

-¿Qué o quién te ha ayudado más en tu camino a la abundancia?

Lo que más me ha ayudado, desde el punto de vista personal, ha sido ser una persona agradecida, confiada, alegre y vital. Me enseñaron mis padres. También ser una persona que se hace preguntas y haber encontrado la respuesta y una nueva educación, un nuevo paradigma vital, en muchos libros que he leído. Los tuyos, por ejemplo, Raimon, que eres uno de mis escritores preferidos. Tus libros se encuentran entre esas joyas que elevan la consciencia y la vibración energética de las personas.

Hacen que se genere ese estado de conexión con tu Ser auténtico, que es quien puede manifestar tus deseos, a través del juego, de la pasión y del servicio a los demás.

Quienes más me han ayudado desde el punto de vista profesional han sido dos novios que he tenido y que estoy segura que la vida colocó a mi lado para enseñarme a manifestar mi potencial en beneficio de todos, para que el mundo entero podamos disfrutar de los dones que he recibido. El novio que llega ahora viene a enseñarme a manifestar la abundancia en el amor de pareja.

¿Qué lecturas nos recomiendas sobre este tema?

De los tuyos «Taller de amor» y «Dinero feliz», también «Magia» de Rhonda Byrne, «Vivir sin miedos» de Sergio Fernández, «Éxito, una guía extraordinaria» de Robin Sharma.

¿Cuáles son tus próximas creaciones y proyectos?

A nivel personal estoy inmersa en un regalazo por mis 40 años que consiste en concederme 3 meses sabáticos viajando por Asia y escribiendo un libro increíble que se llama «Hambre de amor», que saldrá publicado en 2015. Además estaré en servicio en la ONG de Madre Teresa en Calcuta. Cuando más sirves, cuanto más das, más tienes, más manifiestas. Esto es algo que se tarda años en aprender…

Pero cuando por fin sabes que el dar es en sí mismo la manifestación de todo… es cuando se te pone el corazón calientito y confías.

Por mis 40 años el mayor regalo ha sido pasar de la actitud de «pedir a la vida» a la actitud de «ponerme a disposición» de la vida. Por eso ahora no paro de manifestar. ¡Una paradoja! A mi vuelta de Asia a final de año me mudo a mi nuevo chalet. Un lujo, de verdad, ¡gracias a la Vida!

A nivel profesional, en Octubre de 2014 sale publicado con Obelisco mi nuevo libro «Flexivegetarianos» y ya está en editorial el siguiente «Liquidariano», que verá la luz pronto.

Acabo de montar mi nueva escuela de cocina en el centro de Madrid que en 2015 ofrece cenas crudiveganas para todo el público que desee venir a disfrutar de la cocina que con tanto mimo enseñamos. Continúo con el programa de radio y bienestar a través de la alimentación, «Café Morenini», pero le daremos una vueltecilla, un pequeño toque mágico.

En 2015, y en sólo 2 años desde su nacimiento, también tiene lugar la 9ª Edición del «Master en Cocina Vegetariana 70% Cruda» que dirijo. Esta 9ª Edición ya está completamente sistematizada y procedimientada, estoy muy feliz por ello. Hemos sacado un nivel 2 para todos los alumnos que deseen continuar el nivel 1, la primera edición tendrá lugar en Mayo 2015.

Un último consejo para aquellos que desean salir de la escasez, déjanos un pensamiento.

La escasez sólo existe en una mente escasa. Sustituye tus pensamientos de escasez por los de abundancia. ¿Cuáles son éstos? Todos los que se originan cuando la mente está en paz, confiada, relajada, abierta, positiva, flexible, amorosa, en armonía, libre de juicio,… Practica la presencia para reconducir tus pensamientos cada vez que no sean de abundancia. Si te sorprendes entre pensamientos de escasez simplemente cambia el foco.

Es mi deseo contribuir a todo el bien que generas, Raimon. Ya sabes… porque tuya es la frase… el que ayuda al que ayuda genera doble karma ¡gracias por haberme puesto en disposición de recibir!

Gracias Ana, tus palabras inspirarán a muchos y se suman al pensamiento de: No hagas nada para tenerlo todo.

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