Listado por fecha: febrero 17th, 2016

Sí, es cierto, logré mi jubilación anticipada a las 40.

Cuando voy a las cenas de exalumnos de mi antiguo colegio, lo paso realmente bien… pero hay una conversación en la que no puedo participar. Mis amigos cuentan los años que les quedan para jubilarse o prejubilarse. Como yo ya me retiré hace 15 años no tengo nada que decir y callo.

Mis amigos están en la cincuentena, como yo, y parece que a esa edad el gran tema es dejar de trabajar y empezar una fase de la vida en la que se podrá hacer todo aquello que no se hizo antes. Mis amigos son conscientes de que no habrá mucho dinero en esa etapa de la vida, pero al menos tendrán tiempo.

Yo ese problema ya lo resolví, el del tiempo y el dinero.

En el año 2.000 dimití voluntariamente como empleado de un gran banco. Aquello no era vida. Fue el principio de  mi jubilación anticipada, contaba con 40 años. A partir de ese momento solo haría cosas que amara de verdad. Y sigo haciéndolo. En julio del 2000, me retiré para dedicarme a mis hobbies: leer, escribir, enseñar… y ganar además dinero por ello.

Imagina, que te paguen por lo que harías gratis.

Muchos deportistas, actores, autores, artistas, cocineros, etc… ya lo hacen y son los que ganan más. Yo me uní al grupo. Y es genial. Te lo recomiendo. Desde entonces no he trabajado nunca más, pero eso no significa que no haga nada.

Cuando me preguntan a qué me dedico no sé qué decir. Respondo con ambigüedades. En realidad elegí vivir hace 15 años y en eso estoy. Dije adiós a un planteamiento convencional muy mediocre que no me ilusionaba y decidí crear una realidad paralela en donde yo decidía: cuándo retirarme, para hacer qué cosas, e ingresando qué cantidad de dinero.

No soportaba que el Estado me impusiera todo eso. Yo lo elegiría, y así fue. Renuncié a un empleo, un sueldo, a la pensión, a contar el tiempo como un preso cuenta los días que faltan para su libertad…

A los 40 era libre.

1. Y empecé a dedicarme a mis hobbies, lo curioso es que 5 años después descubrí que ingresaba más haciendo lo que amaba (hobbies) que lo que no amaba (trabajo). Y así sigo, retirado, sin empleo, sin horarios, sin obligaciones, sin interesarme por una pensión y pasándolo bien.

Sé que nunca cobraré una pensión después de haber cotizado por décadas (con mis ingresos actuales, eso es del todo imposible) pero si me la conceden, la regalaré íntegra a una causa benéfica; ni la quiero ni me hace falta ni me interesa.

No me importa pagar impuestos, y seguir haciéndolo, para tener derecho a una sanidad pública, educación pública, y una jubilación que no uso ni usaré (aunque tenga derecho), pero sé que al menos sirve para alguien más que sigue trabajando duramente, que no se retira voluntariamente, y que por esa razón, necesita todo ese apoyo público.

Por eso, cuando me hablan de jubilarse y de pensiones, me suena raro. Y quisiera que todo el mundo saliese de cárcel de un empleo cuanto antes, se declarara libre, se dedicara a sus hobbies, y fuera por fin libre.

Libre, sabio y rico.

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