Conquista tu libertad financiera

De mi libro EL CÓDIGO DEL DINERO, quiero resaltar y recordar algunos conceptos siempre tan vigentes…

No busques la libertad financiera, mejor deshazte de todas las barreras que has levantado entre ella y tú. Desarmados los obstáculos nada os separará ya.

Voy a hacerte una confesión…

Mis ingresos, en la actualidad, no provienen de mi educación convencional. Mi actual libertad financiera tampoco es fruto de mis estudios universitarios. Confieso que lo que aprendí sobre el dinero, y merece la pena saberse, no me lo enseñaron en la universidad donde me licencié en Ciencias Económicas. En realidad, el Código del Dinero lo aprendí creando mi propio sistema de ingresos múltiples; y en estas páginas lo compartiré contigo.

Iniciar una actividad profesional con independencia no es un proceso sencillo, es preciso vencer la fuerza de la inercia, además de los temores, mucho coraje y compromiso, además de disciplina y paciencia sin límites. Paciencia y disciplina infinitas son las actitudes más rentables.

La clave, como siempre y en todo, está en amar y disfrutar del proceso. Si las metas son importantes, el proceso aún lo es más. El gran regalo de la vida es en quién te conviertes mientras persigues tus metas. Con el dinero sucede igual, consigues más si no te enfocas en hacer dinero, sino en disfrutar mientras sirves a las personas. Si lo planteas así, ten por seguro que el dinero llegará sólo.

El secreto para conseguir dinero no es perseguir el dinero.

Cuando no necesitas dinero de un modo apremiante es mucho más sencillo crear riqueza. Cuando lo necesitas de inmediato tus posibilidades se reducen y todo lo que puedes hacer es trabajar por dinero. Por eso suelo decir que la prosperidad económica no se consigue en un trabajo, sino fuera de él.                                

La prosperidad es un efecto y su causa son las creencias sobre el dinero y la educación financiera. Todo aquel que aprenda cómo activar las causas de la prosperidad, conse- guirá inevitablemente riqueza material. Es cierto, el dinero ama a quien ama el proceso, no a quien ama el resultado. Lo primero es la causa y lo segundo el efecto. Una estrategia centrada en los efectos es tan absurda como esperar ganar la lotería sin haber comprado un billete.

Deberían enseñarnos de pequeños que éste no es un mundo de cosas sino de «ideas solidificadas». Que la realidad es una emanación de la mente. Y todo lo que ocurre en el mundo material antes ha sido creado en la mente individual o colectiva. «Si lo ves en tu mente lo verás en la realidad», pero si no puedes crearlo en tu mente no estará en ningún lugar. Sí, «los pensamientos son cosas», repítelo conmigo para no olvidarlo. El dinero también es una idea, un concepto, así que deberás crearlo antes en la mente. Puesto que tienes la capacidad de crear pensamientos puedes crear riqueza.

El dinero es un amplificador de tus creencias, expande aquello que ya está en ti. Si tu programación proviene de una mentalidad pobre, el dinero escasea; si tu programación proviene de una mentalidad rica, el dinero abunda. El dinero revela la idea que tienes de él, ni más ni menos.

Pensamientos pobres, comportamientos pobres, resultados pobres.

Pensamientos ricos, comportamientos ricos, resultados ricos.

Sir Richard Branson, creador del imperio Virgin, afir- ma que todas las personas que se acercan a él le preguntan cuál es su secreto, cómo gana dinero, pero lo que Branson percibe es que en realidad lo que la gente quiere saber es cómo ellos pueden ganar dinero, ya que, según él, todo el mundo quiere ser millonario. La respuesta que les ofrece es la siguiente: «Intento pasarlo bien. ¿De qué sirve pasar todo el tiempo trabajando hasta quedar agotado? La diversión te refresca y es estimulante a nivel espiritual. Saber reírse, amar y apreciar a los demás es de lo que trata la vida». Gracias, Mr. Branson, por aclararlo.

Imagino que estamos de acuerdo en que el dinero condiciona muchas áreas de nuestra vida. Por ejemplo, la falta de dinero es una de las primeras causas de ansiedad, muchas parejas se rompen por causa de discusiones sobre problemas con el dinero, y demasiadas vidas no se viven plenamente por carecer de él. Las estadísticas nos dicen que los problemas financieros son la primera causa de divorcio (no es la falta de amor sino la falta de dinero). Incluso pueden significar la diferencia entre la vida o la muerte en situaciones límite.

Lo que sigue no lo escribí yo, sino Dostoyevski: «El dinero es libertad acuñada».

Estoy totalmente de acuerdo. El dinero compra la libertad para poder elegir qué se hace con el tiempo.

Sé muy bien que el dinero no da la felicidad, pero también sé que la falta de dinero tampoco hace feliz. Está comprobado. El dinero no da la felicidad, de acuerdo, pero te deja tan cerca de ella que puedes llegar andando en unos minutos. De hecho, el dinero crea un estado mental tan parecido a la felicidad que ni siquiera un experto neurólogo puede hallar la diferencia. Ahora en serio, sin bromas, cuando no estés presionado por la necesidad de hacer dinero, te liberarás de la preocupación de pensar a cada minuto de dónde saldrá el siguiente euro y, entonces, ¡serás rico y libre!

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