Testimonios Raimon Samsó

¿Cómo te ayuda el «ritmo» para conseguir resultados y éxito?

Cuando empezamos algo, empleamos demasiado empeño. Es un exceso. ¿Por qué? Porque no sabemos mantener ese ímpetu inicial y al comprobar como va descendiendo, nos desanimamos y abandonamos.

Gente con mucha iniciativa pero poca acabativa. No consiguen nada.

El fallo está en la ausencia de ritmo, la palabra clave para el éxito…

  • En la fórmula uno saben la importancia del ritmo.
  • En el Tour saben la importancia del ritmo.
  • En la música saben la importancia del ritmo.

Para ganar la carrera lo que importa es el ritmo, no la velocidad.

¿Y tú, sabes que tu ritmo -o la falta de ritmo- es lo que lo te lo dará o todo o te lo negará todo? Sigue leyendo…

Te pondré un ejemplo, si una persona se acerca una bomba de agua en medio del desierto, seguro que empezará a bombear con fuerza unos minutos pero cuando compruebe que solo sale aire (es preciso hacer el vacío en el tubo ascendente para que el agua sea absorbida hacia arriba) abandonará quejándose: «¡Está seco este pozo!».

El segundo en llegar hará lo mismo pero solo sacará una gotas (las primeras) y acabará abandonando pensando que el pozo no tiene agua. Dirá: «¡Está seco este pozo!».

El tercero en llegar a la bomba, hará lo mismo, pero éste finalmente obtendrá un chorro de agua fresca. Porque todo  tiene su ritmo y su momento. De nada sirve aplicarse mucho al principio si se abandona prematuramente.

Por cierto, el primero y el segundo no han fracasado, en realidad han «triunfado para el tercero» porque le han hecho parte del trabajo y además le han dejado toda el agua. Y así ocurre a menudo, es increíble ver cuántos preparan el camino con su abandono. Muchos abandonan y preparan el terreno para que los más decididos, que vienen detrás, triunfen a lo grande. ¿Quién es el listo? ¿Quien quiere ser el primero y figurar o quien persevera y es imparable?

El éxito llega cuando se dan pasos adecuados con regularidad.

Yo lo tengo claro: cada día bombeo, bombeo y bombeo… y saco agua (a veces petróleo) y me va muy bien porque aplico el secreto de los secretos: mantener el ritmo, la continuidad, la disciplina… y mientras miro como otros con más inteligencia que yo se estrellan porque no saben perseverar. Lo siento por ellos. Pero yo me centro en ser constante y mantener el ritmo, no hace falta hacer mucho pero si hacerlo durante mucho tiempo sin dejarlo… y los resultados llegan. Siempre. Mi constancia marca una ventaja insalvable respecto a quien no la tiene. Por eso el éxito es un hábito (el fracaso también).

La constancia es un componente del éxito inevitable.

 

Seminario Intensivo El Código del Dinero

0 comentarios

Dejar un comentario

¿Quieres unirte a la conversación?
Siéntete libre de contribuir!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *